Cansado está mi corazón
de tantas agonías!
Ver morir el sol es la rutina
de una esperanza que fenece junto al día…
O sorber, a veces,
un amarillo amanecer de sol.
Otras, uno blanco de nubes
encapotando el cielo…
Y nada ocurre…
Más que yo misma,
tratando de vivir mis horas
con el placer
de escribir un verso
o plasmar en mi piano
Una canción lejana.
O bailar con la música en el alma
riendo y llorando al mismo tiempo.
Como pañuelos de sutil textura
así van mis sueños en cadena
arrastrándose en deseos
y amontonando esperas…
Dormiré con mis sueños nuevamente
en auroras inquietas de lloviznas
y hallaré en el crucial momento más perfecto
esa paz que me llena todavía.
Perla Chirino-