Espero alegre la salida
y espero no volver jamás. – Frida Kahlo
No vuelvas ya no vuelvas en el color intenso del dolor
deja volar los pájaros que anidan tu regreso
el trópico es racimo de frutas y de flores,
ya no puede con ella tu cabeza, mimbre de maravillas.
No vuelvas ya no vuelvas
acá dueles, te dueles en tu corsé nublado
como fruto maduro cayendo de tus ramas.
El mundo no es recíproco, no vuelvas
tu destino se cierra como dalias que fueron
en la infancia de patios trasnochados
donde el pueblo, el amor, tu hombre, tu deseo
florecen sin pudor, como te gusta.
Así tus labios en otras bocas beben de ese aliento
pero ya sabes que eres una armadura pálida
con la pasión cercada, y hay serpientes
y eclipses y tranvías y sangre y plenilunios.
El aire tiene heridas de limón.
Anúdate en la trenza de ojos negros,
anúdate en azul tu casa calavera.
La muerte es otra fiesta,
baila sobre la médula del viento que te lleva,
aquí ya nadie espera lo que sientes,
baila sobre la ausencia que dejaste
el río de tu herida es largo bermellón
máscara desteñida
el festín del crepúsculo ha llegado a la tierra.
Del libro de la autora: Otoño interior
Elena Garritani-