Habitaciones que se bifurcan,
que se multiplican y no terminan.
Que son distintas y son todas la misma.
Pasillos que no conducen ni extravían.
Helados muros que devuelven, indiferentes,
el eco angustiado de mi voz que te llama.
Y en el medio de todo
mis pasos, quietos, sin destino,
mi alma yacente, precipitada
en el abismo de tu ausencia.
Poema de Destierro
Sergio Barao Llop-