(O mi mundo de los recuerdos)
Hoy he abierto el estuche. Con recelo.
Cada cuenta de cristal en sus colores
lleva el tiempo transcurrido, los amores,
el dolor, remembranzas y desvelos.
Es un rito que horas puede retenerme:
recobrar cada destello que he vivido.
Sea su fulgor brillante o mortecino
me encamino hacia él sin detenerme.
Del interior emergen, imprudentes,
perfumes y sonidos y sabores…
un golpe aciago o pétalos de flores.
Lo que estuvo quedó allí, es evidente.
A solas en mi cuarto, nadie me escuche
sollozar, ni me vea reverente.
Acaricio los recuerdos brevemente
y cerrando el corazón,,, cierro el estuche.
Silvia L. de la Cal-