Poemas

Declaración

Es cierto que no me llamo Vanessa y es cierto que casi todo lo que usted ve lo hizo el cirujano y también es cierto que no soy ni tan alta ni tan rubia ni tan flaca como parezco, pero él no tenía derecho a echarme nada en cara, porque si un hombre me levanta en la calle tiene que saber que todo es de mentira, una ilusión que fomentamos porque es parte del oficio y además porque nos dan pena los hombres solos, por lo menos a mí me dio pena éste que parecía tímido, que hasta me abrió la puerta de la habitación y me dejó pasar primero, con modales que usaría con las señoras de verdad.
Pero después comenzó a quejarse de las mentiras del mundo, tomándome a mí como ejemplo, y eso no lo pude soportar. Cuando ya no daba más agarré el puñal que siempre llevo en la liga y se lo hundí hasta el mango. Esto no es una mentira del mundo, le dije pero él ya no podía oírme. Lo demás usted ya lo sabe, señor fiscal.

Microrrelato del libro Casi el silencio

David Lagmanovich-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *