“La noche hace una casa negra, pura y de todos…! – Idea Vilariño
Bebe la noche un agua misteriosa
de lágrimas y vino.
Bebe un licor añejo
de palabras gastadas.
Un amargo brebaje
de sueños sin sentido.
Devora hambrienta y muda
los despojos del día.
Hasta saciarse bebe
la sangre del fracaso
y muerde adonde duele,
donde no llega nadie,
como un mastín rabioso
de dientes amarillos.
Alguna vez la noche
fue un tiempo de suspiros
y amor en la penumbra.
Fue el viejo simulacro
de fuegos y paredes.
Fue un canto adormecido
entre las manos
y una sonrisa por la madrugada.
Tuvo el lento perfume
de alguna primavera.
Se pobló de susurros,
de promesas vacías
y huyó como un ladrón,
por la ventana…
Inútil esperarla en nuestro lecho.
Ya la hemos perdonado.
¿Para qué recordarla?
Ana María Godoy-