Cuando extrañes mi voz y no la sientas,
cuando busques mi luz y no la encuentres,
recuérdame alegre, mi sonrisa
está siempre buscando tu mirada.
No importa donde estés, yo, desde lejos,
tendré mi corazón junto a tu alma.
No sufras por mi amor, porque me tienes,
debajo de tu piel por donde vayas.
Rodolfo Lobo Molas-