Fuego y canción, taller arrabalero
firme el golpe, oficio y melodía
van doblegando un corazón de hierro
con martillo y fragua no hay porfía.
Alto el sol, sudor, silencio y bigornia
cargan pesada sentencia bíblica
entre mosaicos florecen Begonias.
clavos son los que a Cristo crucifica
La pared con retrato de la amada
atiza sueños, amor y consuelo
irrepetible y nunca traicionada
Guillermo Viñabal, templado acero
la tarde tenaz, retumba en el cielo
Llueven chispas, los ojos del herrero
Lucio Erazú-