En un tiempo sin medidas
me alejé, primero de ti
y luego de mí.
Ahora sin pulsión
quedé aprisionada por la vida.
El vidrio de mis ojos
aún está empañado,
es la intuición la que guía.
Mi marcha aún silente,
presiente oculto un puente,
cruzarlo significa
dejarte atrás para siempre.
Adriana Pozzo-