Hay fantasmas
que parecen vivientes.
Pueblan el aire que respiro,
junto a mí contemplan lunas
y el sol cuando cae de tarde.
Han ido dejando sus ropas vacías en mi casa.
Ya no sé a quién pertenecieron
ni si soy ya uno de ellos
y otros ahora contemplan
mi vestimenta inútil
en un cuarto que ya quedó vacío.
Corina Rosenfeld-