Esta mañana,
por buscar explicaciones
a lo inexplicable
quedé atrapada en las redes
de una respuesta indiferente,
caí rodando
desde la cima
de mis oscuras conclusiones,
mientras en el afán de frenar…
me impulsaba
hacia el amplio orificio
de las angustias
y rebotaba una y otra vez,
castigando el costado herido
de un pasado tan lejano.
Esta mañana
por salir al encuentro
de mis eternas y agobiantes dudas,
sentí el filo helado
de los sucesos que me ultrajan,
traspasé la delgada pared de la razón
y al oír el eco
de mis voces vacías;
me convencí a mí misma,
que “el vivir” no se interroga…
simplemente “se vive”.
María Julieta Salusso-
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