Poemas

Violetas

Ya no recuerdo.

Conducía despacio

y me vi cual pequeña florecilla

escondiéndose entre piedras.

Y era un ramillete de violetas

de aquellos de los ojales.

Engalanando a los hombres

para acabar en el suelo.

Circuitos hacía el asfalto,

los coches me adelantaban

y mirando sólo de frente

violetas en los arcenes.

Dormida estoy, cansada.

Que ya no sé conducir mi vida.

Que soy mujer de orillas

queriéndose ir de esta vida.

Violeta me hicieron,

sin ser vista bien pisada.

Grandes pruebas

de la lejana aurora.

Ramillete de violetas;

violetas frescas recién cortadas.

Aromática esencia que me acompaña

mientras piso el acelerador a fondo.

Ramo inocente.

Tremendo secreto

entre las miserables rocas.

 

Ana María Lorenzo-

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