Otoño
Asoman copas multicolores
que embriagadas de sol matizan
todas las escalas.
Estallan horas en que ruedan
sin cansancio
tupidas alfombras doradas.
Remolinos rumorosos ondulan las calles.
Cruje la hojarasca.
Incontables manos recogen las hojas,
las queman.
Arrojan el ancla en sus cenizas quietas.
Agoniza la armonía del paisaje otoñal
que descifra la desnudez profética
del mañana.
El árbol no muere.
¡El viento lo lleva en sus alas!
Eva Selvaggio
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