Concierto de mujer
Un pizzicato leve va en su boca
un arpegio coral en sus caderas
y en la azul languidez de sus ojeras
va el amor juvenil que las provoca.
La batuta sensual va en su cintura
dirigiendo el andante de su espalda
y el arco de la viola de su falda
va en sus muslos cantando una obertura.
Son un scherzo sus ojos de caoba
Stradivarius su seno delicado
y liras el cendal de sus pestañas.
Su mirada violines con que arroba
al público que aplaude de parado.
¡Concierto de mujer! Sin artimañas.
Sergio D´Baires-
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