Entrada a la esperanza
El huracán se acerca a nuestra mano perezosa la luz de mi alegría. Yo estoy de pie, clavado sobre un llano, para igualar su muerte con la mía. Una sed infinita me apresura un temor impaciente en mis oídos. Me persigue su oscura dentadura y acuchillan mi espera sus latidos. Ya conozco la piel de…