En la secuencia de los días,
cuando la vida se encarna
y las experiencias despliegan
busco y a mí acuden presencias.
Sólidas, amalgamadas,
que ahuyentan los miedos
y reconfortan las fuerzas.
Son puertos acogedores,
mareas protectoras
en medio de lo azaroso
del destino.
Graciela Di Laudo-