Porque a veces no alcanza con respirar;
por encima del suelo, de la hierba que crece
y de las piedras que, dispersas, completan el paisaje.
Inesperada música, un coro en el aire
a capella, un coro en el aire.
Más allá de la decoración, el adorno, el maquillaje,
lo que creemos borde;
más allá del fruto reseco que cuelga,
todavía, de la rama;
hacia una orgullosa, firme claridad
detrás del mero brillo, del solo brillo.
Pero, ¿de dónde procede esta sobrevenida,
por qué dura lo que un parpadeo,
y se va como si nunca hubiese sucedido?
Poema inédito
Carlos Barbarito-