Pronto llegará el momento
de saldar la deuda por nuestra arrogancia
de pagar por aquello que nos jactamos
al dar significado a nuestra realidad
de aceptar el precio justo sobre
nuestras ambiciones semiósicas.
Luego que agotemos los recursos
para atribuirle un sentido a la existencia
una tragedia a una suerte de Hamlet
nos destrozará el pensamiento
nos mostrará que, a pesar de todos nuestros símbolos
no somos más que un aglomerado temeroso
de aceptar las respuestas teleológicas sobre el ser.
Pero más allá de lo que podría creer
existe una necesidad básica
más allá de lo que me gustaría pensar
existe un deseo banal
más allá de lo que debería aceptar
existe un “por qué”
y después
solo después de todo eso
el existir tiene un significado
¿Tiene un significado?
Álvaro Acevedo Merlano-