Despojé mis ropas
y derramó el río.
Buscabas la hendidura del deseo,
donde todo se pierde
y te disipas en la nada.
Abrí el capullo en la noche ajena
destilaron los aromas,
deshojaste los pétalos,
aún florecía el otoño,
me hiciste tuya con la marea rota,
bajaste la cuesta por las calles claras
disipando las cadenas del naufragio.
Busco las cenizas de tu nombre
bordado de musgo en las sábanas blancas.
Se han deshilado los días de trigo
en el ceñido tiempo de la orilla.
Cercaron los surcos de las aves,
en mi piel se extinguen las tinieblas.
He perdido la línea del futuro
al posarme en el filo del vacío.
Algo se borra en la tarde abril,
el tiempo reposa en el reloj,
soy en ti, un diluvio sin fronteras.
Del libro Elipsis, Por la geografía de tu piel
Lady López Zepeda-