Poemas

Los primeros rayos

¿Has probado el sabor a madrugada?

Sí, ese que parpadea en el estomago,

cuando recuerdas las caricias regaladas

a tu amante hoy furtivo al descubierto.

La madrugada sabe a café en la misma taza,

suena a cucharillas amarillas,

desparejadas, heredadas de extraños,

que vigilan la sala en marcos de cerezo.

 

Huele a tu aroma en las arrugas de mi pelo,

en el dorso de mis muñecas,

en el beso tierno sobre la palma de mi mano.

Me sonríes y te comes mis labios,

abro mis muslos y me siento en tu sorpresa,

cierro tus párpados con los míos

para que no veamos terminar estas horas fugaces,

de madriguera…

 

Y los primeros rayos impregnan las copas

que bebimos ayer,

sin agotar el deseo,

ese licor traicionero,

dueño y señor de nuestras voluntades,

amigo fiel de nuestras añoranzas.

 

Marta Alberca-

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