Sin calefacción
acude a un viejo canto del pasado
nadie percibe
que detrás de las rotas cañerías
no hay tambor ni espesura
y el poema
que canta al árbol
al río
caerá sobre todos
como la más demorada de sus hojas
caerá
con su peso de algodón
y de cadenas.
Él no ha leído a Norman Mailer
asegurando -América no existe-
para él
que entona con gárgaras de frío
América
es el coche sin ruedas
la botella vacía
y el televisor tirado en la vereda.
Ambos poemas pertenecen a El Color de Harlem, La Luna que…
Julio Carabelli-