Una mujer es un sueño
Una mujer es un nombre
Una mujer es poseía
Es luz
Es cantar.
Hay una mujer que no duerme
porque espera algún sueño.
Se sienta en la plaza,
se pinta los labios y aguarda paciente que llegue su amado.
Pero una mujer no es un nombre,
es un grito que lucha su eco
Es reintento
Es germinal en espera.
Una mujer es el poeta o poetiza que inventa su mundo
Es el desenlace,
la trama,
el inicio
o a la inversa.
Porque no se reúne en un bar,
ni se ensucia la ropa
ni suspira despacio chupando su pipa.
La mujer que te habla
se crea su mundo
se acuña su nombre
Escribe poesía y su luz va guiando su andar.
Melba Fernández Olivares-
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