Con óxido de sueños,
se herrumbra la esperanza.
Gestos reiterativos,
mecánicas palabras,
van cercenando anhelos de inquietudes
que perdieron sus alas.
Los colores vibrantes del paisaje
en triste gris se opacan.
A la vera del mundo
se detiene la vida, demorada,
y a orillas del camino,
como agua que se estanca,
van, muriendo retazos de silencio
en honduras de nada:
las poesías que nunca se escribieron,
música sin nacer en pentagramas,
cuadros que se enquistaron en paletas,
y días que se han muerto en alboradas.
De Poesía y Cuento 1976, SADE
Telma Vaernet-