Poemas

La que arrulla mis noches

Veo su cara

en cada palabra que pronuncio.

En el grito distante frente al espejo

llevo su nombre en el rojo del verano.

 

¿Cómo olvidar sus dos mares

en las ventanas de sus manos?,

el ramo de encuentros

oculto en el cesto de las frutas cada mañana,

su canto de agua en el bosque de los niños.

 

Su adiós no alcanzó el muro del olvido

siempre retoñando con los inviernos.

Amanece, su cabellera de espigas

peinadas por la noche desafiando su luz.

 

Es fuego en el dolor profundo del piano,

pasajera de nubes

atesorando su amor a la distancia.

 

Del libro Los cuervos

Florencio Quesada Vanegas-

 

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