Tengo en la piel del alma
sensación de penas;
de caricia torpe
que se quebró en las manos;
de ademán perdido
en la región del tiempo
trocado en lacerante realidad.
Tengo latidos que declinan.
Un hálito de esperanza
que me queda.
¿Qué me queda?
¿Te das cuenta?
Sólo una leve ilusión
de trascendencia,
un rezo, un suspiro
y esta soledad.
Del libro Amaneciendo, Poesías