Estrecho manos que se perderán
en las encrucijadas del olvido.
Beso labios efímeros,
destellos en la niebla.
Persigo sombras vagas,
ecos quizá, reflejos.
¿Dónde está el Horizonte
que alguna vez soñamos?
– No hay Horizonte: Sólo
la inasible caricia de la brisa
en su tránsito ciego; solamente
el roce de la vida, insinuado.
Sergio Barao Llop-