Nicaragua es un símbolo. Y no cualquier clase de símbolo: es un símbolo revolucionario. Si Cuba demostró en 1959 que una revolución en América era posible, Nicaragua lo ratificó veinte años más tarde. Por eso, la crisis que atraviesa Nicaragua desde 2018 obliga a la izquierda a posicionarse.
Cuando se proyectó este libro no faltó quien cuestionara la idea, considerando vergonzoso proponer un análisis en lugar de ofrecer apoyo en las trincheras donde, a diario, morían jóvenes nicaragüenses. ¿Cabía pensar en un libro frente a este panorama? La respuesta es afirmativa.
Este proyecto editorial -impulsado por el Grupo de Trabajo el Istmo Centroamericano- es un compromiso y un reto. El compromiso de pensar las realidades políticas, sociales, económicas y culturales de Centroamérica de manera colectiva, en perspectiva regional y con una mirada interdisciplinaria. El reto de revisar críticamente el proceso abierto por la Revolución, sus despliegues y desvíos, sus aciertos y controversias, el papel de Daniel Ortega y la responsabilidad de su gobierno en los acontecimientos recientes. (Editorial CLACSO)