Esquina solitaria
Ella me llamó. Le dije que nos encontráramos donde el invierno posa ráfagas de aguacero, inunda jirones en torno a mis pies en la esquina de una calle solitaria. Sería a la hora en que la mañana toma tenues aromas rancios de aserrín pisoteado. En máscaras que los relojes reinician en…