Tregua
Ayer, ayer nomás, eras el norte: la brújula, aterida, ancló a tu vera, recuperé la luz para mis ojos estrenando fulgores de respuestas. Todo era nuevo y joven: calendarios en quiebra, adolescencia rediviva en días plenos de mi ansiedad por retenerla. Ayer, ayer nomás, yo te quería: la medida del tiempo era mi…