El verdadero dolor se siente en carne propia
Debido a las grandes tormentas que azotaban mi ciudad, los cortes de ruta y la imposibilidad de llegar a mi barrio y especialmente a mi casa, regreso a Córdoba con el corazón partido. Sin poder darle un apretado y caluroso abrazo, a mi hija, nietos, hermana, sobrinas, amigos y mis queridos vecinos. Sin poder alcanzar…