A esta hora,
justo a esta hora,
sobre la patria sibila la culata
y el fusil enseñorea
su arpegio de miedo
por el alma.
Colombia,
a esta hora
lloran las escarpas
y la sabana mustia
se desangra.
Colombia,
no necesito más que la nostalgia
y el clamor del amigo.
Entonces, no hay distancia
y me uno al verso
y me florece el niño
que me aguarda.
Puntualmente, a esta hora,
se desvanece el vino y la palabra
y el canto se convierte
pergeñando una rima,
algún verso,
confinando la sombra,
desaguando una lágrima.
Escarpa: Serranía
Sabana: Llanura
Norberto Pannone-