Nadie mira esos pasadizos que guarda la memoria
hay un sueño que derrama cansancios antiguos
humo de una lámpara
ilumina huecos por donde pasó el tiempo.
El día se estanca,
no progresa
como un reloj sin manecillas.
El alma se acongoja
llora la rabia por la pena
la savia se hace espesa hasta teñirse en sangre.
El olvido es un buen recurso
aunque no siempre llene los espacios y deje al descubierto
recuerdos
escondidos en la intemperie.
Marta Julia Ravizzi-