Poemas

El adagio

¿Qué dolor profundo tu alma abrigaba,

que cual tenue lluvia fuiste derramando

sobre el pentagrama, notas como lágrimas

cayendo armoniosas, soltando tu llanto?

 

Al interpretarlo vibran los violines ecos de tus penas

y toda la orquesta gime lastimera,

las notas agudas transmiten tristezas,

las notas graves expresan tu quejas.

 

¡Ah música! ¡milagro del genio!

Aunque el tiempo pase, se renueva eterno

todo el sufrimiento en el corazón,

de aquellos que marchan con la cruz a cuestas

identificados con las mismas penas,

sintiendo que alivian su propio dolor.

 

Albinoni, tu Adagio es consuelo

secando las lágrimas cual suave pañuelo,

es un fiel amigo, es una caricia

mezclando la penas con tiernas sonrisas,

y es un testimonio de que existe DIOS!

 

Iris Gladys Blanchard Menéndez-

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