Se ha tornado ventoso
el día en Chilecito.
Es como si el pasado
fuera sólo una lamina
que se inclina y se inclina
hasta quebrarse.
Hombres y mujeres
llevan viento en los ojos
y caminan
por las piedras hechas movimiento
de avance y retroceso.
Un poco de la sombra del pueblo
es un aura que se disgrega
y se rescata.
Lucía Carmona-
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