Está mi voz creciendo, buscando bajo tierra
el júbilo del agua, del trigo y la violeta.
Sube por las raíces milagrosas de un sueño
hacia el aire y la nube, desde la oscura greda.
Nacerá como un árbol de ramas florecidas
que ceñirán la frente del espacio en sus dedos.
Y alargará mi sombra por un camino eterno,
más allá de la imagen borrosa de mi cuerpo.
Maruja Vieira-
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