La tumba reveló el secreto,
ella ya estaba muerta
para seguir ocultando.
La nieve no pudo taparlo ese día
en medio de la cortina de copos
Rosario descubrió la foto
y supo el nombre de su padre.
La parca fue su aliada
la amiga que le enseñó el camino
que la vieja con su muerte
dejaba despejado.
Rosario está serena
se ha puesto muy bonita
cuando sale en bici
mira el colorado de la puesta del sol
tras el cerro de la costa
y se deja estar soñando
en Alpamicuna.
Poemas del libro Sol Alto, Ediciones del Dock, diciembre 2011
Graciela Pernasetti-
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