Cuando tu nombre se extingue en mi pantalla
y no me quedan ni tu sabor ni risa suave
recorro tu recuerdo sin nombrarte
y acariciando tu cuerpo con mis mieles
me pego a tu piel y gota a gota
deshilvano en mi pena tu substancia.
Me paro a la puerta de tu boca
para sentirme bella
y pasas, carruaje transparente,
vertiéndote en mi sangre por esferas
mientras mis dedos recorren tus sorpresas
y en mis senos se ahoga tu cabeza.
Me doy entera
salvaje en mi pureza
a la acechanza de tu carne en celo
y a tu recuerdo lo envuelvo entre esas plumas
de pichones que cantan tu belleza.
Y vuelves
convertido en cometa descendente
llaga de mi querer que vives
sellado en mi destino
flamante en mis espumas
manteniendo mi sangre
ardiendo al verte
en mi locura
me penetras
muy
len
ta
men
te
y me haces tuya
para siempre.
Marta Zabaleta-
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