Eres mucho más sabio cuando no dices nada,
cuando sin prisas te desvistes
del pensamiento azul de las horas al sol
en la cabina de moda de los rayos uva.
Eres mucho más sabio cuando no te reflejas
cuando vuelves y naces virgen alma del mundo
limpio como el silencio contundente,
como los cielos del niño de mi corazón,
como la lluvia de los ojos de mi conciencia.
Eres la envidia que no forma
parte del juego escrito
y tú lo sabes,
de la gente tan desesperada
fuera de ti.
Eres mucho más sabio cuando vas detrás de la luna
de cualquier automóvil como si no me vieses.
Cuando al volante matas de impaciencia
o aburrimiento los reflejos del mundo,
la ciencia del asombro en la olla exprés,
la rutina que nos destruye
cuando te saltas los colores de los semáforos.
Eres más firmamento que materia,
montones de basura en las esquinas del tiempo
Eres mucho más sabio que todas las palabras
antes de hacerte niño otra vez reciclable.
Maximiano Revilla-
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