A Leonardo Killian
¿Será mi cuerpo materia de arco griego
comandado en la guerra por un dios,
o sufriré ese talón de ser una deidad
entregada por igual al azar y al destino?
¿Verán mis ojos el recorrido de la historia
de la primer flecha que lancé en las Antillas?;
la que tensé con un beso en el instante final
previo al vuelo que defendió a mis hermanos.
Sé que arrojo versos como locas flechas liberadas
sabiendo que algunas clavarán mi propio corazón.
También sé que me anima un arquero que confunde:
dispara al aire pero al caer da en el blanco con precisión
Agustín Elías Jijena Sánchez-