Me reconocerás cuando llegue
vestido de viento.
Te percatarás que era quien rezaba en tus atardeceres
en tu arroyo color tierra
en la moldura precisa con que hilvanamos el recuerdo.
Dejarás que me siente ahí
donde crepita el fuego
y se escuchan todavía los eternos cristales
amparados por la lluvia.
Me reconocerás después de tanto tiempo
cuando cruje este cuerpo sediento que ahora llevo
estas madrugadas
este deseo de reposar hasta el cansancio.
Yo he venido hasta aquí
buscando tu reflejo
ya no tengo las viejas canciones
ni el pelo rubio, los ojos nuevos
pero me habita un corazón de gorrión
y el descubrimiento de una tierra nueva pintada de cielo.
Recuerda que amaba el viento
y de él me visto
para que al verme seas sauce
acariciando mi río.
Gustavo Tisocco-