Recojo el camino de mis lágrimas
y allí estaré, a la hora exacta,
al encuentro con mi sombra,
descifrando el tiempo a hurtadillas,
buscando fragmentos en mis entrañas,
conjugando voces y verdades
en el límite de mis ancestros.
Soy la memoria de mis pasos,
el cauce de los mares,
la voz del arco en plenilunio
y cómplice de mi arquitectura.
El silencio es un pájaro de niebla
que se estremece en las orillas de mi cuerpo,
frágil como un puerto en llamas
o como un espectro que huye del invierno.
Abro los ojos a las ruinas
mientras advierto mi presencia.
Del libro Elipsis, Por otras geografías y lamentos
Lady López Zepeda-
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