Enredado de arroyos y de ríos
hacia el sonoro silencio de los padres
caminos de la pólvora
tolderías pintadas en ayeres
Cristales chocan sobre rostros fríos
el guanaco pasta en la tropilla leve
asoma resplandor entre los picos
facetando pirámides truncadas
El hombre se cobija
se reprimen los cantos
Ñires lengas cohiues ponen
su hombro al viento
arco iris levanta el portal en la tarde
las huellas desdibujan su marca
entre lo blanco
se cierran bosques y repiten los ritos
de la mano que atrapa
y que tira a los lejos
Aquí agita el invierno
pisando piedras de los antepasados
se abre el cielo y la tierra
rogamos
Del libro Marca entre lo blanco, septiembre 2006
Francisco Rodríguez-
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