Las doce princesas
Había una vez doce princesas que vivían en un castillo gigante. Su padre, el rey Benjamín, le dijo a su madre que entrene a las princesas para ser damas. Al día siguiente, ella inició la tarea vistiéndolas de gris y con trabajos difíciles.
Las princesas cansadas de las tareas que les tocaba hacer se encerraron en una habitación, a cantar, a bailar… y de pronto descubrieron que algo mágico sucedía. En medio del cuarto se habría un salón de baile, donde los deseos se hacían realidad.
Algunas de ellas pedían música y empezaba una linda melodía. La princesa mayor pedía enamorarse. La menor de las princesas quería conocer un príncipe y así todas pedían deseos. Al otro día, al volver a sus quehaceres vieron llegar al zapatero del pueblo. La princesa mayor Melody se enamoró con solo verlo. Y así cumplió su deseo de enamorarse.
En el castillo comenzaron a prepararse para la gran boda. Y todos actuaban con verdadera responsabilidad. El rey estaba contento y se dio cuenta que no necesitaba entrenar a sus hijas, que así estaban bien y que más adelante cada una maduraría a su debido tiempo.
Alba Micaela Carnicel-
Mariposas
Había una vez una mariposa llamada Lola que vivía dentro de una flor llamada Jazmín. Ella, todas las mañanas despertaba a sus amigas Milena y Guadalupe para jugar.
Un día la mariposa Lola junto a sus amigas se fueron a pasear por el campo. Allí cantaban, jugaban, reían y sobre todo recogían flores chiquitas. Cuando se dieron cuenta ya estaba oscureciendo y escucharon fuertes ruidos y se asustaron. Por un largo rato temblaban de miedo. De pronto vieron que alguien se acercaba, era el saltamontes Gonzalo y las ayudaría a regresar.
Pero comenzó a llover muy fuerte y sus alas se mojaron tanto que no podían volar. Todos se refugiaron en un tronco hueco. Cansados se durmieron. Al otro día, un sol brillante y el canto de los pajaritos los despertó.
La pesadilla había pasado. Se levantaron y comenzaron el regreso. Ya en casa, en el jazmín, respiraban tranquilas.
Lola les dijo a sus amigas la suerte que tuvieron de regresar sanas y salvas y de tener un amigo como Gonzalo. Juntas reían por la gran aventura.
Priscila Oriana Doyle Deipenau-
La hormiga que quería volar
Había una vez una hormiga que deseaba volar. Un día de sol, decidió intentarlo. Se subió a un tronco de un árbol, agarró las hojas y ¡a volar!…
Voló, pero pasaron unos segundos y se golpeó contra un trébol. Entonces decidió subirse a una planta de margarita. Agarró cuatro pétalos y voló. Pero era tan pesada que los pétalos se empezaron a romper. Cayó y se chocó contra una rama y gracias a eso no se golpeó tanto y comenzó a reír. Y no por el golpe sino que era divertido y porque le gustó intentarlo.
Y está bien intentarlo, aunque no todo salga como lo deseamos.
Hana Catalina Herrera-
Producciones del taller de escritura “Sueños literarios” Grado: 3° “C” Escuela N° 23
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