El cielo se aventura
soñoliento,
a pesar de los destellos
de la noche,
la imagen de una briosa
“libertad”
galopa por caminos
polvorientos.
Las últimas cenizas
del ocaso,
que la brisa esparce
sobre el firmamento,
no apagan esa sed
salvaje que la abruma,
es el pacto ancestral
de un juramento.
Never Cavigliasso-