Una carta es una carta
y un papel con voz y con recuerdos
marcados con la tinta desprolija
de una birome barata.
La carta es mucho más que un salto
de tiempo y de suspenso
con la emoción de la espera en retroceso,
hoy que fue un ayer
con su incógnita del mañana,
cuando un cartero
medianamente correcto y aburrido
traiga ese sobre, sucio por los sellos,
que guarda celosamente algún secreto.
Por eso no escribe ni recibe cartas;
no quiere comprometerse con la ausencia.
Wenceslao Maldonado-