piba de barrio
que en un cielo arretazado
se parece a algún poema
cabalgando desnuda
por la leche tibia de la adolescencia
una pequeña luz
resuelve vida
el cuerpo juvenil
es un mes sin estridencias
como los once restantes
los piropos se escriben en presente
y un alud de hombres en celo encienden horas
quedará muy poco de ese cuerpo
un raspaje de lenguas
y una sombra de escarnio
lastimada… mente herida
por la dulce y sonora
quietud de sus senos
acaso deba escribirme
para seguir muriendo
en esa niña
que sólo espera
Graciela Licciardi-