Tu luz
dejó huellas de presencia
en mi camino.
No quiero acampar sobre tus pasos
ni atarme a las horas que se han ido.
Con una fuerza irracional
evito tu sombra,
salteo relámpagos de vivencias,
que sólo pueden quemar
las horas yertas.
Porque ya no tengo
más tiempo para lágrimas,
quiero reposar en un destierro,
sin que tu luz se exilie
allí a mi lado.
Cuando pueda volver
desnuda de desgarros,
lo haré por otra senda,
y sólo bajo un cielo
que me hable de certezas.
Alicia Borgogno-
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