Te acompaña la muerte a todas partes.
Te acompaña la muerte y sus falanges,
los malares sin rostro y en los huecos
ninguna luz anida y la tiniebla
tiñe de oscuridad los crisantemos
que sólo por amor son amarillos.
Te acompaña la muerte en las palabras
y por tu voz se ensalman los tósigos
que corroen la luz de cualquier duende,
el perfil adecuado de la rosa,
la extraña maravilla de la vida.
Todo muere cuando se mata el sueño
de creer que la vida es más que muerte,
cuando el perfume en flor nada perfuma.
cuando el alba anochece sin ser tiempo,
cuando el pájaro vuela y se derriba
sin llegar a la rama, muerto el canto.
Te acompaña la muerte
y estás muerto.
Silvia Long Ohni-