Escondo angustia entre los dedos
para que me claree el día
y los pájaros puedan volar,
tampoco pierdan su camino las mariposas
detrás de cada flor,
no vaya a convertirse todo
en un letargo permanente
y el futuro quede sin presagios
dejándonos a pie.
Los sonidos de vida
giran y giran imprecisos,
perdida la brújula,
las aves emiten leves mensajes de:
“sálvese quien pueda”.
Dinko Pavlov Miranda-