Anoche fui…
Quien deseo ser por siempre.
La luz que en las penumbras
brille eterna.
Sin lástimas, sin lujurias…
Necesaria piedad que siempre
abarque, en su justa medida,
cada muerte.
Anoche fui…
Quien deseo ser por siempre.
Tomé, en transparencias,
nuestro lazo,
-diálogo de la piel
en coincidencias-
Nueva herida
-simbólica atadura-
nudo de amor
que expone nervaduras.
Anoche, esta amistad,
-inaugural poema-
se descubrió en tu llanto
trasvasó la medida de tu pena.
María Alicia del Rosario Gómez